Por: Ana Muñoz
Enfermería, Pereiraadmisionesareandina.com/EnfermeriaEstudia en Fund. del Área Andina Lugar para los que nunca se rinden
"Durante más de veinticinco años de trabajo con la gente en empresas, en la universidad
y en contextos matrimoniales y familiares, he estado en contacto con muchos individuos que han logrado un grado increíble de éxito externo, pero han terminado luchando con su hambre interior, con una profunda necesidad de congruencia y efectividad personal y de relaciones sanas y maduras con otras personas".
"Piensa en aquello que es lo más importante para ti y comprueba si es el centro alrededor del cual gira tu vida. No tiene sentido ser eficaz si lo que haces carece de sentido."
Escrito en 1989, este libro alcanzó un éxito sorprendente y fue traducido a 32 idiomas. Para el autor, la verdadera efectividad se alcanza a través de la claridad acerca de tus principios y tus valores. Tras estudiar la literatura de los últimos dos siglos acerca del éxito (libros sobre desarrollo personal y autoayuda) y leer cientos de libros y artículos, empezó a descubrir un patrón alarmante: mucha de la literatura sobre el éxito de los últimos 50 años era superficial, pretendiendo colocar parches y soluciones rápidas pero sin llegar a tocar los verdaderos problemas crónicos subyacentes. Se centraba en lo que el autor llama la ética de la personalidad.
Por el contrario, la literatura más antigua se centraba en la ética del carácter como la base del éxito (cosas como integridad, humildad, fidelidad, templanza, coraje, justicia, paciencia, simplicidad, modestia). Observa cómo la autobiografía de Benjamin Franklin es representativa de esa literatura: "Es básicamente la historia del esfuerzo de un hombre para integrar ciertos principios y hábitos profundamente en su naturaleza".
La ética del carácter nos enseña que existen principios básicos para tener una vida efectiva y que las personas solo pueden tener éxito y ser felices cuando aprenden a integrar estos principios en su carácter básico.
Para la ética de la personalidad, en cambio, que ha dominado desde finales de la primera guerra mundial, el éxito se convirtió en una función de la personalidad, de la imagen pública, y un conjunto de técnicas y habilidades destinadas a alcanzar cosas de un modo rápido, como técnicas de comunicación, de influencia, etc., que pueden ser útiles, pero que por sí mismas no bastan. Quizás, explica el autor, nos hemos centrado tanto en nuestro propio desarrollo que nos hemos olvidado de las bases que lo sostienen. Si no hay una base de integridad y fortaleza de carácter, tarde o temprano sucederá el fracaso.
Principios que gobiernan la efectividad humana
Pero existen principios que gobiernan la efectividad humana. Son, explica el autor, leyes naturales que no pueden romperse. Forman parte de la condición humana, de la conciencia humana. Son, por ejemplo, el principio de la justicia (incluso los niños pequeños parecen tener un sentido de la justicia), o los principios de integridad y honestidad, que crean la base de la confianza, fundamental para la cooperación entre personas y para mantener relaciones duraderas.
Los 7 hábitos descritos en el libro abarcan muchos de los principios fundamentales de la efectividad humana en todas las áreas de sus vidas, principios que son la base del éxito y la felicidad duradera.
Los principios son verdades fundamentales que tienen una aplicación universal: se aplican a los individuos, las familias, los matrimonios, o las organizaciones públicas y privadas. Cuando estas verdades se internalizan y se convierten en hábitos dan a las personas el poder de afrontar las diversas situaciones.
El libro está lleno de anécdotas que ayudan a entender las ideas que transmite de un modo sencillo y ameno. Habla, por ejemplo, de un empresario que ha hecho diversos cursos para ser mejor en su tarbajo, que dice tratar a sus empelados bien y ser amistoso con ellos, pero que siente que no son leales. Se pregunta por qué no puede conseguir que sean independientes y responsables o por qué no puede encontrar empleados que lo sean. Pero los cursos, los programas de entrenamiento para el empresario o los empelados, las técnicas para influir o motivar… nada de eso sirve si el problema es que tal vez los empleados se sienten tratados como objetos y no sienten que se tengan en cuenta sus intereses. Es decir, no sirve de nada si lo que fallan son los principios del empresario.
Brevemente descritos, los 7 principios son los siguientes:
1. Sé proactivo. No seas como una máquina que simplemente reacciona de manera automática o en función de lo que los demás o la sociedad esperan, sino que hemos de ser responsables de nuestras vidas, respondiendo en base a nuestros principios y valores.
2. Comienza con el fin en mente. ¿Qué quiero que los demás digan de mí en mi funeral? Todo lo que hagas hoy está en línea con la imagen que, al final, creamos de nosotros. Este hábito implica tener una visión de lo que queremos lograr.
3. Lo primero es lo primero. Teniendo en mente la persona que realmente quieres ser, pasa tu tiempo con las personas, actividades o cosas que de verdad importan.
4. Piensa en términos de ganar/ganar. El éxito de una persona no tiene por qué suceder a expensas del fracaso de otra (yo gano/tú pierdes). Al buscar soluciones en las que ambas partes ganen, nunca pondrás en peligro tus principios y tendrás relaciones más positivas con los demás.
5. Busca primero entender y luego ser entendido. Es la clave de las relaciones humanas efectivas.
6. Sinergizar. La sinergia es el resultado de ejercitar todos los demás hábitos y produce resultados de orden superior, que vienen de esa integración de todos los principios. La síntesis de ideas divergentes da lugar a ideas mejores. El éxito del trabajo en equipo y la innovación son consecuencia de este hábito.
7. Renovación espiritual. Necesitamos equilibrar las dimensiones física, espiritual, mental y social de la vida. Implica renovarnos continuamente para ser efectivos en todas las áreas de nuestras vidas.
Este vídeo nos habla de la importancia de corregir de base los malos hábitos,desde dentro,lo importancia de la interdependencia, de dar ejemplo de compartir.
Los siete hábitos:
Ser pro activo.
Comenzar con el fin en mente.
Poner primero lo primero.
Pensar Gana,gana, el beneficio mutuo.
Buscar entender Primero, antes de ser entendido.
Sinergizar ,Valorar las diferencias.
Afilar la sierra, la mejora constante vida de contribución y servicio.
Otros:
La mejor manera de enseñar algo es enseñándolo. Es obstáculo numero uno en el campo de la comunicación es que las personas no escuchan;la humildad es la madre de todas las virtudes;Los principios gobiernan.
Luis Carlos Zamora.
http://www.youtube.com/watch?v=ilDkwJaEdbg
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