¿Cuándo debes acudir al sexólogo?
Las disfunciones sexuales son aquellos
trastornos de la respuesta sexual tanto de los hombres como de las mujeres, que
afectan su satisfacción sexual y la de su pareja. No sabemos si están
aumentando cada vez más o si lo que ocurre es que la gente está consultando
más, hoy en día, venciendo la vergüenza o el tabú que les acompaña.
Lo cierto es que a Profamilia llegan cada día más personas buscando solución o consejería para las
inquietudes, dudas y malestares que les aquejan en su vida sexual.
Cuando una persona acude a un sexólogo
es porque algo le está originando dudas, temores o incomodidades en su
sexualidad. Ya sea una disfunción en la erección o eyaculación, en el caso de
los hombres, o una dificultad en la excitación o el orgasmo en el caso de las
mujeres; también puede ocurrir en alguien un aumento o disminución de su deseo,
dolor o dificultad severa para tener relaciones sexuales satisfactorias. En
fin, el paciente busca una ayuda que le aclare el problema sexual que tiene y,
al tiempo, le ofrezca la seguridad de que su sexualidad continuará sana.El
final del siglo XX y el comienzo del presente siglo trajeron mayores avances en
el campo de la sexología con el fin de brindarles a quienes presentan una
disfunción sexual, mayores posibilidades de solución y apoyo terapéutico.
Empezando por el reconocimiento de la sexología, no como una simple
especialidad de médicos o psicólogos, sino también como una disciplina integral
que se extiende a la práctica diaria de ginecólogos, urólogos, andrólogos y
médicos familiares que se interesan por brindar una sexualidad plena y
gratificante a sus pacientes.
Los médicos sexólogos tenemos un
arsenal terapéutico que nos posibilita ayudar a nuestros pacientes. La historia
sexológica extensa y enfocada en la sexualidad del individuo, la psicoterapia
cognitiva o comportamental, la terapia de pareja cuando existen problemas conyugales,
las tareas eróticas que el paciente realiza en su intimidad y, últimamente, los
medicamentos orales o en geles para ciertas disfunciones, han contribuido a la
felicidad de muchas personas que se les dificultaba gozar su vida sexual.
Desde la entrada del sildenafil
(viagra) para la disfunción eréctil y, luego la llegada de otros
vasodilatadores con efectos similares, la vida sexual de hombres y mujeres se
hizo más “pública”, es decir, la gente pudo hablar abiertamente del tema con su
pareja, sus amigos y su médico. Afortunadamente esta nueva era de la terapia
sexual facilitó que mayor número de personas reconocieran un problema sexual
que les estaba afectando y saben que cuentan con unos profesionales
especializados que les ayudarán a resolverlos con éxito.
Debe llegar el día, como dice el sexólogo uruguayo Andrés
Flórez Colombino, que la sexología esté al alcance de
todas las personas para que ejerzan el derecho a llevar una vida sexual
hermosa, placentera y libre de problemas.
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