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jueves, 5 de julio de 2012

Lubricantes, sustancias que facilitan el juego y el abordaje sexual


Uno de los ingredientes principales de un encuentro sexual es la lubricación. Es decir, la capacidad que tienen los órganos genitales para responder frente a la excitación segregando un líquido que facilita la penetración. Esta función muchas veces se altera, lo cual hace que las relaciones sean dolorosas y menos placenteras. Emplear lubricantes puede ser de gran ayuda para mejorar los encuentros.“La vagina normalmente tiene una buena lubricación generada por las glándulas de Bartholin, que producen un moco. Sin embargo, si no hubo un preludio adecuado antes de la penetración, si hubo un disgusto entre la pareja unas horas previas al encuentro o el estado anímico de la mujer no es el mejor, el órgano femenino puede no lubricar adecuadamente”, explica el ginecoobstetra Jorge Alberto García.La menopausia, momento en que los ovarios dejan de producir hormonas femeninas y, por lo tanto, se suspende la menstruación, también puede generar cambios en el cuerpo que afectan la lubricación vaginal. Por todo lo anterior, se crearon unas sustancias denominadas lubricantes, las cuales pueden emplearse en caso de que exista una disfunción sexual o, incluso, como juguete sexual aplicado en el clítoris, en la vulva de la mujer o en el pene para generar mayor sensibilidad durante el rito sexual.“Hay que procurar no utilizarlos cuando la mujer esté muy lubricada, puesto que podría sentir menos fricción y, por lo tanto, menos placer durante la relación sexual”, recomienda el doctor García. 
Variedad y seguridadEn el mercado se ofrecen todo tipo de lubricantes. Los hay medicados y no medicados, formulados por ginecólogos y algunos están disponibles en tiendas de sexo. Dado que existe una amplia gama de posibilidades, antes de elegir algún modelo hay que verificar que respete el Ph vaginal, que esté respaldado por algún profesional en medicina y que tenga registro calificado del Invima. “Entre más requisitos cumpla, mayor tranquilidad le generará a la pareja”, aconseja el doctor García. También hay que conocer sus sustancias, pues algunos están elaborados a base de agua, otros a base de aceite o de petróleo.De acuerdo con Martha Mejía, sicóloga y sexóloga especializada en disfunciones sexuales de la Universidad de Barcelona, los fabricados a base de agua son los más apropiados. “No irritan, ni alteran el pH de la vagina ni del pene. Además, no permite que se rompan las fibras del preservativo o condón, impidiendo que haya filtraciones de semen o flujo. Son ideales para relaciones anales”, afirma. En un segundo grupo se ubican aquellos fabricados a base de aceite. Sus componentes son extraídos del aceite vegetal, de oliva, de maíz o de mantequillas derivadas de cacahuetes, nueces y aguacates. Según la doctora Mejía, estos manchan la ropa y no son tan seguros para la vagina, porque la irritan. “Además, hay un riesgo de que dañen los tejidos del condón”, agrega la especialista.Por otra parte, hay algunos creados a base de petróleo. Aunque son los más comunes (la vaselina es el más publicitado), no son recomendados debido a que pueden ocasionar daños en los tejidos de la vagina, incrementar el flujo, producir escozor y causar quemaduras si se abusa de ellos. Según el doctor García, estos elementos destruyen el látex del condón, lo cual facilita las infecciones y hace que pierda su función como barrera mecánica anticonceptiva. “La vaselina se pega a las paredes de la vagina, lo cual impide que se elimine con facilidad y afecta el Ph vaginal”, agrega el ginecoobstetra Jorge Alberto García. 

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